Oscar Alejandro Sánchez Medina.
El Perfume: Historia de un asesino. Obra
escrita por el autor austriaco Patrick Suskind, narra la historia de un hombre llamado
Jean-Baptiste Greounille; es un joven que nace en las calles de Paris, Francia
en el siglo XVIII en una época donde las calles e incluso las personas emanan
hedores repugnantes por falta de limpieza. Grenouille extrañamente nació sin
desprender ningún olor y al mismo
tiempo poseyendo un don excepcional: un olfato prodigioso que le permite
percibir todos los olores del mundo.
Por su falta de olor
Greonouille se obsesiona por crear una esencia que lo caracterice entre los que
lo rodean y que para él, la única forma de conseguir esta esencia es asesinar a
mujeres jóvenes.
El olfato es un
sentido importante para cualquier ser, ya sea un animal o humano. Nos ayuda a
decidir y opinar sobre un objeto o lugar. Si algo huele bien muchas veces nos
puede indicar una serie de otras cosas, como por ejemplo el estado higiénico de
una persona. Aún así, el olfato nos puede transmitir cosas más profundas que el
del estado físico del ser. Si alguien huele bien puede estimular el cerebro de
tal manera que ese nos puede indicar muchos sentidos, entre ellos se pueden
encontrar: el hambre, la simpatía, el bienestar y el amor.
Si hablamos de un perfume, hablamos de una substancia que esconde o
exalta el olor propio de una persona o un objeto con el objetivo de transmitir
una buena imagen a la comunidad que le rodea, o por el simple hecho de querer
oler bien, ya que produce un estado de bienestar al propio individuo. Este
bienestar puede ser provocado a causa de que el olor del perfume es conocido y
nos recuerda a cierta situación, cosa o persona.
En mi opinión un perfume es como una parte del
atuendo y de la imagen personal que caracteriza a una persona. De esta
manera, así como un traje o un vestido pueden producir una buena
impresión, de igual forma puede pasar lo mismo con un perfume.
Además, el mismo perfume puede valorarse diferente en cada
persona por que los extractos y fragancias se asocian
al entrar en contacto con la piel y originan una respuesta
distinta en cada cuerpo. A causa de esto se trata de que en algunos
hombres y mujeres las esencias pueden olerse con mayor intensidad que en
otros y a algunas personas el perfume puede persistirles pocas
horas y a otras durarles mucho tiempo.
La mayoría de las personas pueden conservar
en su memoria las esencias y asociarlas con la persona que la usa. Por eso es
que un perfume puede expresar demasiado de tu persona.
En el libro El Perfume nos podemos encontrar con un
personaje que tiene el sentido del olfato muy desarrollado, más que sus otros
sentidos. Jean-Baptiste Grenouille reconoce a su entorno a través del olor
propio de cada animal, objeto y persona. El mismo ya desde que era un lactante
no posea un olor propio. Para él, un hombre con el sentido del olfato
privilegiado, es como si no tuviese una identidad. Para una persona que
identifica a su comunidad a través de la vista, sería como físicamente no
aparecer para las otras personas.
Desde ahí comienza su obsesión por la creación de un perfume que
contenga alma, la esencia de las cosas o de las personas. Grenouille quiere
crear un perfume que se reconozca inmediatamente. La obsesión por crear este
olor conduce que, para conseguir los componentes de su perfume perfecto, se
vuelve en un asesino.
¿De dónde viene la obsesión del olor de parte de los seres humanos?
Para mucha gente, ser reconocido positivamente por
otros individuos es una cosa muy deseada y va más allá del aspecto físico. Es
decir que para crear una buena imagen o una imagen completa ante la comunidad
ya no es suficiente ser una persona bella. Muchas personas creen que para dar
esta imagen deseada también hay que jugar con los otros sentidos, sentidos como
el olfato.
La idea de que Grenouille quiere llegar a elaborar
un perfume para identificarse con él, puede significar muchos aspectos. En mi
opinión, Suskind quiere mostrar la idea de que la gente cada vez más pretende
ser reconocida por el olor y que incluso puede llegar a ser más importante que
el aspecto físico.
Estamos acostumbrados a olfatear algo
constantemente, desde los primeros momentos de nuestra vida en los cuales
reconocemos a nuestra madre por su cercanía y por la utilización de la nariz
reconociendo su perfume y olor, buscando el calor
corporal que nos protege, hasta los momentos en los que disfrutamos de preparar
una comida, pudiendo saber inclusive cuando encontramos un alimento en mal estado, alertándonos sobre su consumo por
caracterizarse con un olor fétido.
Esto
nos permite entonces notar que existen algunos olores agradables, que inclusive
pueden modificar el comportamiento que tengamos, como el momento en que estamos
oliendo algún alimento cocinándose y se nos abre el apetito, mientras que en
esta consideración podemos encontrar las fragancias y perfumes, siendo
utilizados en el mundo de la cosmética mediante un vaporizador que permite su aplicación
como perfume corporal, utilizando distintos elementos en su composición (aunque
en su mayoría son de origen floral).
Tal
como hemos dicho, para poder percibirlo tenemos la acción del sentido del
olfato, que tiene como piedra fundamental al órgano sensorial que es la nariz,
realizándose un estímulo que es posteriormente enviado al sistema nervioso y
éste lo lleva al cerebro donde se produce la percepción del olor, como
consecuencia de haber sido absorbidos los elementos o partículas dispersos en
el aire.
Si
bien la mayoría de las sustancias suelen contar con un olor característico, lo
cierto es que también podemos encontrar partículas en suspensión que pueden
carecer del mismo, siendo conocidas entonces como sustancias inoloras.
¿Cómo funciona el olfato?
El
sentido del olfato es un sentido químico. Se denomina sentido químico porque
detecta compuestos químicos en el ambiente. Es importante saber que para que un
cuerpo tenga olor es necesario que sea volátil; es decir, que emita pequeñas
partículas químicas que se disuelvan en la mucosidad de la pituitaria. La
intensidad de los olores depende de la mayor o menor cantidad de partículas
volátiles emitidas. Los cuerpos provistos de olor se llaman odoríferos, y los
que no lo tienen inoloros.
Las
moléculas del olor volátiles que están flotando en el aire llegan a las fosas
nasales y se disuelven en las mucosidades. - debajo de las mucosidades, en el
epitelio olfatorio, se encuentran las células receptoras especializadas cuyos
nombres son pituitaria roja y pituitaria amarrilla. La pituitaria roja su
función es la de calentar el aire. Mientras que la pituitaria amarilla se encuentra
los receptores del olfato, que envían toda la información al bulbo olfatorio
que se encuentra en la parte de atrás de la nariz. Los bulbos olfatorios tienen
receptores sensoriales que envían mensajes directamente al cerebro.
Los
perfumistas o nariz, como son llamados por su increíble capacidad olfatoria, en
definitiva son aquellos que imaginan un perfume y, gracias a sus conocimientos
y desarrollo de su sentido del olfato los recrean. -la principal característica
que tiene en cuenta una empresa de perfumes en el momento de escoger el
candidato, es su buen olfato, y esto lo determina una serie de pruebas que se
le hacen en este sentido.
El
olfato es un sentido muy importante ya que nos ayuda en muchas de nuestras
vidas, puede llegar a salvarnos la vida y nuestra vida sin ella sería una muy
diferente ya que no podríamos sentir esos aromas exquisitos de algunas comidas
o fragancias como perfumes.
Bibliografía.
-
Suskind, Patrick. (2000) El Perfume: Historia de un asesino. Ed.
Seix Barral, México.
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